Análisis de los movimientos que definen el panorama global
La pandemia catalizó una transformación que ya estaba en marcha. Los canales digitales se consolidaron como la principal vía de interacción entre bancos y clientes, redefiniendo expectativas y modelos de negocio.
Tecnología móvil y modelos innovadores permiten llevar servicios financieros a segmentos tradicionalmente excluidos. El acceso al sistema financiero se expande en economías emergentes.
Inversores institucionales incorporan cada vez más factores ambientales, sociales y de gobernanza en sus decisiones. Las empresas responden con mayor transparencia y compromisos medibles.
Reguladores de todo el mundo trabajan para adaptar normativas a nuevas realidades: fintechs, criptoactivos, open banking. El equilibrio entre innovación y protección sigue siendo el desafío central.